LA CIUDAD QUE ME VIO NACER,

PERO NO MORIR

 

Esta Ciudad acabará conmigo

mientras me miro el ojo del mundo,

el crepúsculo del devenir,

del ir al paraíso terrenal.

¡No quiero sufrir más en este arenal

donde me saluda el cardenal!

Soy el anticristo, por eso me visto

de lo que no he sido. Cierro los ojos.

Perdonad, pero

no quiero seguir en la cúspide

de la mierda con la morena.

Quizás una rubia, una pinta o un

tinto de crianza del 98.

La heroína entró por mis venas en

el 97 mientras miraba un cuadro

de Warhol. Miro el reloj y

observo la esfera. Pienso:

        “llego tarde por la tarde”

        (contra nadie)

Marilyn Monroe me saluda

con locura desde la serigrafía.

                Con gracia.

Asimetrías pictóricas.

Debía ser la pobre heroína una deuda

con la sociedad, mientras hago orina

los pensamientos oníricos

se los llevan los vientos ricos.

Quiero ser el anticristo,

por eso oigo las voces de Dios como truenos

dentro de mis pulmones

a cañonazos, porrazos, coscorrones

        No me toquéis los cojones,    (no me encerréis)

        O si lo preferís las gónadas.

        ¡No me peguéis más! Ya sé que he errado

y he heredado el germen del mal.

Me he equivocado

        ya vendrán

los jinetes del Apocalipsis a recogerme

con nostalgia. Mi ira irá a la tumba,

con los muertos... ¡veo cuervos

        a mi alrededor!

Que esperan mi llegada en cueros con los muertos.

Pero mis recuerdos me los llevaré

conmigo dentro de mi cazadora

        de ahora.

 

 

                                   Carlos Chatham     12/5/2003

                                        TENORIO